viernes, 9 de mayo de 2014

Auf wiedersehen

Regalaba sonidos de llanto vacío. Pero ¿Por qué lloraba? Si no habia ni razón suficiente como para nadar en ríos de agua salada, ni para dormir en camas con espinas en las frazadas. Y si, untaba el membrillo en una tostada quemada, y tomaba el té en una taza quebrada. Fumaba descalza en el balcón, tiraba las cenizas adentro de mi camisón. ¿Y qué si me quemaba? No importaba, ya estaba demasiado dibujada. No me peinaba y apenas me lavaba la cara, me decían que me había abandonado, que me había suicidado. Pero simplemente había recordado que debía ocupar menos espacio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario